Insólito hallazgo: descubren una bacteria que se ve a simple vista


La “Thiomargarita magnifica” tiene forma de filamento
Desde que fueron descubiertas en 1676 por un investigador holandés, las bacterias han sido consideradas microbios. Sin embargo un insólito hallazgo publicado días atrás en la revista Science da finalmente por tierra con esa catalogación.
Un equipo internacional de científicos descubrió en un manglar de la isla francesa de Guadalupe una bacteria de casi un centímetro de longitud. Bautizada Thiomargarita magnifica, el ejemplar posee una única célula filiforme pero tan grande que resulta observable a simple vista y podría crecer hasta los dos centímetros, según calculan los autores del hallazgo, quienes creen que esta bacteria gigante sería el eslabón perdido entre los organismos unicelulares y las células que componen a los humanos.
Si bien, dado su tamaño colosal, podría esperarse que fuera un organismo multicelular, la nueva bacteria gigante sigue estando conformado por una única celular. Con todo no sólo sus extraordinarias dimensiones la distinguen de la mayoría de las bacterias. Y es que además lleva todo su material genético dentro de una bolsa membranosa en lugar de dejarlo flotando como es lo habitual.
De ahí que los científicos afirmen que la nueva bacteria se puede clasificar en algún lugar entre un organismo procariota (células simples, sin un núcleo bien definido y cuyo material genético se reparte por todo su interior) y un eucariota (células bastante más complejas y compartimentadas, con un núcleo rodeado por una membrana que guarda el ADN y orgánulos que cumplen diferentes funciones, como los árboles y los seres humanos).
Frente a la pregunta de cómo ha podido crecer tanto esta bacteria, los investigadores creen que la clave podría residir en la disposición totalmente atípica de su material genético.
Cuando los investigadores secuenciaron el genoma de esta bacteria gigante, quedaron asombrados por su tamaño: 11 millones de bases que se alinean para formar 11.000 genes. A modo de comparación, una bacteria común y corriente solo tiene alrededor de 4 millones de bases y alrededor de 3.900 genes.
La Thiomargarita magnifica es “un ejemplo maravilloso para investigar los mecanismos evolutivos que la han empujado a ser así” en un ecosistema tan singular como el de los manglares, terrenos poblados por arbustos tropicales que toleran el agua salada, señaló la microbióloga mexicana Silvia Acinas, coautora a lo largo de su vida del descubrimiento de miles de nuevas especies de microbios.