Logran identificar en el océano más de 5 mil virus nuevos, entre ellos un eslabón faltante en la evolución


Un análisis del material genético en el océano identificó miles de virus de ARN previamente desconocidos y duplicó la cantidad de filos, o grupos biológicos, de virus que se cree que existen, según un nuevo estudio que un equipo de microbiólogos afiliados con la Universidad estatal de Ohio publicó en la revista Science.
Los virus de ARN son más conocidos por las enfermedades que causan en las personas, desde el resfriado común hasta el covid-19. También infectan plantas y animales importantes para las personas.
Estos virus llevan su información genética en el ARN, en lugar del ADN. Los virus de ARN evolucionan a un ritmo mucho más rápido que los virus de ADN. Mientras que los científicos han catalogado cientos de miles de virus de ADN en sus ecosistemas naturales, los virus de ARN fueron relativamente poco estudiados.
A falta de tramos cortos únicos de ADN, que normalmente permiten a los genetistas identificar y establecer el parentesco entre los organismos compuestos por células, este equipo investigador decidió encontrar en cada ejemplar secuenciado el gen que codifica una proteína particular, la cual luego permite al virus replicar su material genético. Es un tramo del genoma que todos los virus ARN comparten, porque desempeña un papel clave en la forma en que se propagan. Sin embargo, cada especie tiene pequeñas diferencias moleculares en este tramo y los investigadores decidieron enfocarse en estas diferencias para distinguir un tipo de otro.
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Identificaron más de 5500 nuevos virus en el océanoEl material sometido a la secuenciación genómica había sido recolectado durante varios años de expediciones de la goleta Tara, que porta un laboratorio a bordo. Para conmemorar la aportación de este barco, los científicos dieron el nombre 'Taraviricota' a uno de los filos (o divisiones) nuevos y más abundantes en vastas regiones oceánicas, con preferencias en regiones con zonas templadas y aguas tropicales. A su vez, el filo que habita el océano Ártico fue bautizado como 'Arctiviricota'.
Los microbiólogos creen que el 'Taraviricota' podría ser el eslabón perdido —y buscado durante muchos años— en la evolución de los virus ARN. Puede conectar dos diferentes ramas conocidas en la diversidad de esta clase de microorganismos, las cuales divergen en la forma en que se replican.
El nuevo material secuenciado ayuda a los científicos a comprender mejor no solo la historia evolutiva de los virus, sino también el génesis de la vida temprana en la Tierra, puesto que algunos de los virus ARN podrían haber aparecido antes de que se sintetizara la primera célula.
Por qué es importante
Mapear en qué parte del mundo viven estos virus de ARN puede ayudar a aclarar cómo afectan a los organismos que impulsan muchos de los procesos ecológicos que dirigen nuestro planeta. Nuestro estudio también proporciona herramientas mejoradas que pueden ayudar a los investigadores a catalogar nuevos virus a medida que crecen las bases de datos genéticas.
A pesar de identificar tantos virus de ARN nuevos, sigue siendo un desafío determinar qué organismos infectan. Actualmente, los investigadores también se limitan principalmente a fragmentos de genomas de virus de ARN incompletos, en parte debido a su complejidad genética y limitaciones tecnológicas.
Los próximos pasos serían averiguar qué tipos de genes podrían faltar y cómo cambiaron con el tiempo. Descubrir estos genes podría ayudar a los científicos a comprender mejor cómo funcionan estos virus, según publicó Theconversation.