La intimidad del primer capítulo de "Menem Junior: la muerte del hijo del presidente"

Se anticipó a la prensa el primer capítulo de la docuserie de Max con la presencia de tres de los periodistas que participaron, Román Lejtman, Facundo Pastor y Olga Wornat, autora de “Menem, la vida privada”. Conversamos con ellos.

Max estrena este jueves la docuserie “Menem Junior: la muerte del hijo del presidente”, cuyo primer capítulo se anticipó al mediodía para prensa y se enmarca en el auge del true crime y los entramados políticos. Con la presencia de tres de los periodistas que participaron, Román Lejtman, Facundo Pastor y Olga Wornat, autora de “Menem, la vida privada”, la docuserie de cuatro episodios sigue la tragedia que sufrió Carlos Menem Jr. el 15 de marzo de 1995 cuando el helicóptero que piloteaba chocó contra líneas de alta tensión estrellándose en el suelo. Este hecho conmocionó a todos los ciudadanos argentinos y produjo un gran impacto.

A través de la reconstrucción de los hechos y testimonios que van desde Zulema Yoma, Zulemita Menem, Domingo Cavallo, entre muchos otros, médicos que recibieron y trataron ese día a Carlitos Menem y varios periodistas que recuerdan la cobertura.

En la presentación previa a la proyección, Pastor destacó que la docuserie cruzará generaciones: “Hay muchos chicos que no habían nacido durante la presidencia de Menem y se sentarán con sus padres a verlo”, en tanto Wornat, que en esa época trabajaba en Gente y perteneció al círculo íntimo de Menem, evocó: “Yo tenía un vínculo estrecho con Zulema. Con Román compartimos todos los viajes de Menem, pasamos Navidades y Pascuas en Anillaco. Recuerdo que estaba en la redacción y viene alguien corriendo con la noticia. Pusimos la TV pero llamé de inmediato a Zulema. No me atendía, Emir tampoco, era una locura. No existía Twitter ni la inmediatez de hoy. Tuve que salir a buscar la primicia y usar mis contactos. Fui la única periodista que por alguna razón estuvo dentro de la residencia de Olivos, sin cámaras, sólo como espectadora. Me iba al baño y anotaba todo en mi libreta. Recuerdo acercarme a Menem, quien estaba viendo un partido de fútbol sin volumen, me tomó la mano y me dijo que fuera a ver a Zulema. Cuando subí quedé impactada, entré en otro mundo que no sabía si era real o no”.

Román Lejtman subrayó: “La familia siempre paga. Ricardito, Carlitos, Antonito, Flor y hoy son 4 perros. Quien ocupa Olivos y sus afectos tienen derivaciones. Menem era uno el 14 de marzo y fue otro desde el 15. Sombrío. Cambió su mirada. Estaba roto. El tipo era un animal político y luego de enterrar a su hijo dijo que iba por la reelección. Recuerdo cuando Menem Junior ingresó engominado como asesor presidencial. Convivió sin comprender el entorno político. Era muy apegado a su madre y a su padre lo unían su pasión por algunos gustos que compartían. Menem quiso ser presidente toda la vida, fue a ver a Perón a la puerta de hierro antes de casarse con Zulema”.

En la recreación del accidente y la internación la sangre brota. Se advierte el morbo propio del true crime, que combina imágenes dramatizadas de, por caso, el director del hospital de San Nicolás que recibió a Junior o el médico neurocirujano que lo atendió, con las incesantes maniobras y la operación.

Todo combinado con reflexiones de Chiche Gelblung “Menem entendía cómo funcionaba el mundo. Su proyecto era cesarista, quería cambiar el país” o de Zulemita: “Mi hermano era el encargado de proteger nuestra familia”. En el primer capítulo se cuenta que Zulema no quiso ver a Carlitos muerto “tirado como un perro”. Y los testigos del hospital aseguran que cuando la madre llegó y se encontró con Carlos Menem, se encerraron y se oyeron ruidos, llantos y golpes.

Son varios los archivos de Menem y Zulema en el programa de Mirtha Legrand, donde Yoma contó que su mamá le había dicho que si se casaba con Menem sería la mujer más maldecida del mundo. “Zulema no agachaba la cabeza, tenía pensamiento propio y para el entorno de Menem, molestaba. Se arreglaron para que él ganara la presidencia. Viudo llega, separado no, decían”, concluyó Wonrat.

El primer capítulo cierra con el gancho para el segundo, con Wornat volviendo sobre esa entrada a ese mundo desconocido: “Zulema volvió a Olivos, de donde había sido expulsada. La encontré dopada, con un rosario y rezando en árabe. Me dijo ´mirá mamita, estos a mi no me engañan. Es un circo. A mi hijo lo mataron y Menem sabe quién fue”. Luego se muestra a Menem en cadena nacional agradeciendo al pueblo y lanzándose por la reelección. Lo cierto es que tras 27 años de esa muerte, Zulema Yoma afirma que nunca se supo la verdad. ¿Fue un accidente o lo mataron?

Estremece ver la síntesis de tantos años y un estilo de gobierno; a Cavallo con un peso un dólar que auguraba por décadas y la figura presidencial de Menem bailando con odaliscas, jugando al golf y más excentricidades. Lejtman concluyó: “Si entran hoy al despacho presidencial de Milei, tiene un cuadro de Menem junto con los Rolling Stones”.